Duracion de Los Ultimos 5 Papados,

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Todo Hijo Es Padre De La Muerte De Su Padre,

Hay una ruptura en la historia de la familia, donde las edades se acumulan y se superponen y el orden natural no tiene sentido: es cuando el hijo se convierte en el padre de su padre.

Muerte del padre
Es cuando el padre se hace mayor y comienza a trotar como si estuviera dentro de la niebla. Lento, lento, impreciso.

Es cuando uno de los padres que te tomรณ con fuerza de la mano cuando eras pequeรฑo ya no quiere estar solo. Es cuando el padre, una vez firme e insuperable, se debilita y toma aliento dos veces antes de levantarse de su lugar.

Es cuando el padre, que en otro tiempo habรญa mandado y ordenado, hoy solo suspira, solo gime, y busca dรณnde estรก la puerta y la ventana – todo corredor ahora estรก lejos.

Es cuando uno de los padres antes dispuesto y trabajador fracasa en ponerse su propia ropa y no recuerda sus medicamentos.
Y nosotros, como hijos, no haremos otra cosa sino aceptar que somos responsables de esa vida. Aquella vida que nos engendrรณ depende de nuestra vida para morir en paz.

Todo hijo es el padre de la muerte de su padre.
Tal vez la vejez del padre y de la madre es curiosamente el รบltimo embarazo. Nuestra รบltima enseรฑanza. Una oportunidad para devolver los cuidados y el amor que nos han dado por dรฉcadas.

Y asรญ como adaptamos nuestra casa para cuidar de nuestros bebรฉs, bloqueando tomas de luz y poniendo corralitos, ahora vamos a cambiar la distribuciรณn de los muebles para nuestros padres.

La primera transformaciรณn ocurre en el cuarto de baรฑo.
Seremos los padres de nuestros padres los que ahora pondremos una barra en la regadera.

La barra es emblemรกtica. La barra es simbรณlica. La barra es inaugurar el “destemplamiento de las aguas”.
Porque la ducha, simple y refrescante, ahora es una tempestad para los viejos pies de nuestros protectores. No podemos dejarlos ningรบn momento.

La casa de quien cuida de sus padres tendrรก abrazaderas por las paredes. Y nuestros brazos se extenderรกn en forma de barandillas.

Envejecer es caminar sosteniรฉndose de los objetos, envejecer es incluso subir escaleras sin escalones.
Seremos extraรฑos en nuestra propia casa. Observaremos cada detalle con miedo y desconocimiento, con duda y preocupaciรณn. Seremos arquitectos, diseรฑadores, ingenieros frustrados. ¿Cรณmo no previmos que nuestros padres se enfermarรญan y necesitarรญan de nosotros.

Nos lamentaremos de los sofรกs, las estatuas y la escalera de caracol. Lamentaremos todos los obstรกculos y la alfombra.

Feliz el hijo que es el padre de su padre antes de su muerte, y pobre del hijo que aparece sรณlo en el funeral y no se despide un poco cada dรญa.

Mi amigo Joseph Klein acompaรฑรณ a su padre hasta sus รบltimos minutos.
En el hospital, la enfermera hacรญa la maniobra para moverlo de la cama a la camilla, tratando de cambiar las sรกbanas cuando Joe gritรณ desde su asiento:
– Deja que te ayude.

Reuniรณ fuerzas y tomรณ por primera a su padre en su regazo.
Colocรณ la cara de su padre contra su pecho.
Acomodรณ en sus hombros a su padre consumido por el cรกncer: pequeรฑo, arrugado, frรกgil, tembloroso.
Se quedรณ abrazรกndolo por un buen tiempo, el tiempo equivalente a su infancia, el tiempo equivalente a su adolescencia, un buen tiempo, un tiempo interminable.

Meciendo a su padre de un lado al otro.
Acariciando a su padre.
Calmando a su padre.
Y decรญa en voz baja:
– Estoy aquรญ, estoy aquรญ, papรก..!

Lo que un padre quiere oรญr al final de su vida, es que su hijo estรก ahรญ...
Fabrรญcio Carpinejar “Todo filho รฉ pai da morte de seu pai”.
Versiรณn al espaรฑol: Zorelly Pedroza.


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