Puede que nuestros abuelos no tengan la energ铆a de antes, que les cueste moverse, que no se acuerden de quien eres, que de vez en cuando se les vaya el tono al hablarnos o que nos desquicien porque no ven nada positivo en su d铆a a d铆a.
Puede que as铆 sea y que as铆 tenga que ser, porque los abuelos est谩n hechos de rutinas y de necesidades que no entendemos. Es m谩s, puede que a los que somos m谩s j贸venes que ellos se nos escape la l贸gica que explica esas demandas y ese “ego铆smo sutil” que vemos en sus palabras.
Sin embargo podemos decir que en una edad en la que la sociedad despersonaliza a los mayores y les roba la intimidad, las inquietudes que ellos nos manifiestan responden muchas veces a su necesidad de reafirmar su identidad.
Cuando tus mayores te incomoden, recuerda…Cuando tus mayores te incomoden, recuerda que ejercen su derecho a decisi贸n en una etapa de su vida en la que dependen de los dem谩s. No rompas de impaciencia porque camina lento, no te irrites si grita, llora o da 20 vueltas para transmitirte su mensaje.Cuando el discurso de tus mayores te impaciente, no olvides que puede ser la 煤ltima vez que escuchas esa batalla de su pasado. 脕male en su vejez, dale lo que necesita. No importa lo que tarde en caminar, necesita tu apoyo y tu cari帽o.
“Hay una ruptura en la historia de la familia, donde las edades se acumulan y se superponen y el orden natural no tiene sentido: es cuando el hijo se convierte en el padre de su padre.
Es cuando el padre se hace mayor y comienza a trotar como si estuviera dentro de la niebla. Lento, lento, impreciso. Es cuando uno de los padres que te tom贸 con fuerza de la mano cuando eras peque帽o ya no quiere estar solo. Es cuando el padre, una vez firme e insuperable, se debilita y toma aliento dos veces antes de levantarse de su lugar.
Es cuando el padre, que en otro tiempo hab铆a mandado y ordenado, hoy solo suspira, solo gime, y busca d贸nde est谩 la puerta y la ventana que ahora le parecen muy lejanas. Es cuando uno de los padres antes dispuesto y trabajador fracasa en ponerse su propia ropa y no recuerda sus medicamentos.
Y nosotros, como hijos, no haremos otra cosa sino aceptar que somos responsables de esa vida. Aquella vida que nos engendr贸 depende ahora de nosotros para morir en paz”.
-Fabricio Carpinejar-
Los abuelos NO son como ni帽osLas personas mayores son “como ni帽os” en el sentido de que necesitan paciencia, atenci贸n, cuidados, comprensi贸n y afecto. Quiz谩s en ciertos momentos requieren nuestra atenci贸n y nuestra protecci贸n de un modo paternalista, pero eso no significa que tengamos que comunicarnos con ellos con un lenguaje infantilizante (elderspeak, en ingl茅s).No podemos tratarlos como si no supieran nada, pues son personas con historias de vida incre铆blemente ricas. Hablarles con diminutivos en exceso, simplificar el lenguaje, emplear una voz infantil o no tener en cuenta su capacidad de decisi贸n es una manera incorrecta de tratarlos.
"Lejos de acercarnos y de mejorar la comunicaci贸n, hablarles y tratarles como si fueran ni帽os genera evitaci贸n y retraimiento."
As铆 es que los abuelos no necesitan que los tratemos como ni帽os porque no lo son. Son personas mayores que, por la edad y por posiblemente m煤ltiples patolog铆as, tienen ciertas limitaciones con las que tienen que convivir.
"Tratarles con naturalidad les ofrece la posibilidad de aceptar sus limitaciones al mismo tiempo que reconocen sus virtudes."
Por otro lado, es importante que hagamos una radiograf铆a del maltrato a la persona mayor, algo mucho m谩s com煤n de lo que queremos creer. Violencia f铆sica y psicol贸gica son las protagonistas de la relaci贸n entre los abuelos y los cuidadores principales.
No dejarles que tomen sus propias decisiones en los asuntos de la vida cotidiana, negarles asistencia, ofrecerles medicaci贸n excesiva o insuficiente, desatenderlos y violentarlos emocional o f铆sicamente son los malos tratos que se dan de manera m谩s com煤n.Cari帽o desmedido y paciencia infinita, las claves del cuidadoAunque el cuidado de nuestros abuelos pueda llegar a resultar agotador, no podemos olvidar que esa tristeza y cansancio son parte del duelo que necesitamos elaborar. Es parte de la despedida, del adi贸s a un pedazo de nuestra alma que les pertenece.
"Con ellos se va todo aquello que no hemos compartido con nadie m谩s y de lo que no quedar谩n testigos. Eso, sin duda, requiere un gran trabajo interior que la vida nos ofrece la oportunidad de realizar. No podemos desaprovecharla."
Porque lo que nuestros abuelos necesitan es cari帽o desmedido y paciencia infinita.Ambos ingredientes fundamentales de la receta del cuidado, ambos b谩lsamos de su angustia y de su tristeza por sus capacidades perdidas y su adi贸s a la vida.
Atentamente
Raquel AldanaLa psicolog铆a no es solo mi profesi贸n, es mi vida y mi pasi贸n. Creo que comprender nuestras emociones nos ayuda a girar con el mundo y estoy convencida de que los peque帽os detalles son los que marcan la diferencia.
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