El evangelio de hoy, seg煤n Lucas 10:25-37, presenta la par谩bola del buen samaritano. En ella, Jes煤s responde a la pregunta "¿Qui茅n es mi pr贸jimo?" mostrando que el verdadero pr贸jimo es aquel que muestra misericordia y compasi贸n a quien lo necesita, sin importar su origen o condici贸n.
Un hombre es asaltado y dejado medio muerto. Un sacerdote y un levita pasan de largo, pero un samaritano, a quien los jud铆os despreciaban, se compadece de 茅l, lo cura, lo lleva a un alojamiento y paga por su cuidado.
Resumen de la par谩bola:
Un hombre es asaltado:
Un hombre es atacado por ladrones, despojado y dejado herido en el camino.
Pasaron de largo:
Un sacerdote y un levita, personas religiosas, ven al hombre pero no lo ayudan, evitando pasar cerca de 茅l.
El samaritano se compadece:
Un samaritano, considerado un extra帽o por los jud铆os, se detiene, cura sus heridas, lo lleva a un alojamiento y paga por su cuidado.
Jes煤s pregunta:
Jes煤s le pregunta al doctor de la ley qui茅n de los tres actu贸 como pr贸jimo. El doctor responde que fue el samaritano.
Ense帽a a amar:
Jes煤s concluye diciendo que el hombre debe ir y hacer lo mismo, mostrando amor y compasi贸n al pr贸jimo.
Ense帽anzas:
La par谩bola nos ense帽a que el amor al pr贸jimo no debe tener l铆mites ni prejuicios.
La verdadera religi贸n no se limita a la observancia de rituales, sino a la pr谩ctica de la misericordia y la compasi贸n.
Debemos ser pr贸jimos de aquellos que sufren, sin importar su origen, raza o condici贸n social.
El buen samaritano es un ejemplo de c贸mo debemos actuar, mostrando amor y cuidado a quienes lo necesitan.
Evangelio de Hoy Domingo 13 de Julio de 2025 , #EvangelioDeHoy ✝️
Lectura del santo evangelion segun san Lucas 10, 25-37
En aquel tiempo, se present贸 ante Jes煤s un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le pregunt贸: "Maestro, ¿qu茅 debo hacer para conseguir la vida eterna?" Jes煤s le dijo: "¿Qu茅 es lo que est谩 escrito en la ley? ¿Qu茅 lees en ella?" El doctor de la ley contest贸: "Amar谩s al Se帽or tu Dios, con todo tu coraz贸n, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu pr贸jimo como a ti mismo". Jes煤s le dijo: "Has contestado bien; si haces eso, vivir谩s".
El doctor de la ley, para justificarse, le pregunt贸 a Jes煤s: "¿Y qui茅n es mi pr贸jimo?" Jes煤s le dijo: "Un hombre que bajaba por el camino de Jerusal茅n a Jeric贸, cay贸 en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedi贸 que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pas贸 de largo. De igual modo, un levita que pas贸 por ah铆, lo vio y sigui贸 adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeci贸 de 茅l, se le acerc贸, ungi贸 sus heridas con aceite y vino y se las vend贸; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llev贸 a un mes贸n y cuid贸 de 茅l. Al d铆a siguiente sac贸 dos denarios, se los dio al due帽o del mes贸n y le dijo: 'Cuida de 茅l y lo que gastes de m谩s, te lo pagar茅 a mi regreso'.
¿Cu谩l de estos tres te parece que se port贸 como pr贸jimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?'' El doctor de la ley le respondi贸: "El que tuvo compasi贸n de 茅l". Entonces Jes煤s le dijo: "Anda y haz t煤 lo mismo".
Palabra del Se帽or
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