“Canta de gozo y regocรญjate, Jerusalรฉn, pues vengo a vivir en medio de ti, dice el Seรฑor.
Muchas naciones se unirรกn al Seรฑor en aquel dรญa; ellas tambiรฉn serรกn mi pueblo
me ha enviado a ti.
El Seรฑor tomarรก nuevamente a Judรกcomo su propiedad personal en la tierra santa
¡Que todos guarden silencio ante el Seรฑor, pues รฉl se levanta ya de su santa morada!
O bien:
Ap 11, 19; 12, 1-6. 10
Se abriรณ el templo de Dios en el cielo y dentro de รฉl se vio el arca de la alianza. Apareciรณ entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba encinta y a punto de dar a luz y gemรญa con los dolores del parto.
Pero apareciรณ tambiรฉn en el cielo otra figura: un enorme dragรณn, color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada una de sus siete cabezas. Con su cola barriรณ la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojรณ sobre la tierra. Despuรฉs se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo, en cuanto รฉste naciera.
La mujer dio a luz un hijo varรณn, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue llevado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyรณ al desierto, a un lugar preparado por Dios.
Entonces oรญ en el cielo una voz poderosa, que decรญa: “Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y del poder de su Mesรญas”.
Salmo Responsorial
Jdt 13, 18bcde. 19
R. (15, 9d) Tรบ eres la honra de nuestro pueblo.
Que el Altรญsimo te bendiga,
mรกs que a todas las mujeres de la tierra.
Bendito sea el Seรฑor, creador de cielo y la tierra.
R. (15, 9d) Tรบ eres la honra de nuestro pueblo.
Hoy el Seรฑor te ha engrandecido tanto,
que no dejarรกn de alabarte aquellos hombres
que se acuerdan en la tierra del poder de Dios.
R. (15, 9d) Tรบ eres la honra de nuestro pueblo.
Aclamaciรณn antes del Evangelio
R. Aleluya, aleluya.
Dichosa tรบ, santรญsima Virgen Marรญa, y digna de toda alabanza,
porque de ti naciรณ el sol de justicia, Jesucristo, nuestro Dios.
R. Aleluya.
Evangelio
Lc 1, 26-38
En aquel tiempo, el รกngel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varรณn de la estirpe de David, llamado Josรฉ. La virgen se llamaba Marรญa.
Entrรณ el รกngel a donde ella estaba y le dijo: "Alรฉgrate, llena de gracia, el Seรฑor estรก contigo". Al oรญr estas palabras, ella se preocupรณ mucho y se preguntaba quรฉ querrรญa decir semejante saludo.
El รกngel le dijo: "No temas, Marรญa, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrรกs por nombre Jesรบs. รl serรก grande y serรก llamado Hijo del Altรญsimo; el Seรฑor Dios le darรก el trono de David, su padre, y รฉl reinarรก sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrรก fin".
Marรญa le dijo entonces al รกngel: "¿Cรณmo podrรก ser esto, puesto que yo permanezco virgen?" El รกngel le contestรณ: "El Espรญritu Santo descenderรก sobre ti y el poder del Altรญsimo te cubrirรก con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, serรก llamado Hijo de Dios. Ahรญ tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estรฉril, porque no hay nada imposible para Dios". Marรญa contestรณ: "Yo soy la esclava del Seรฑor; cรบmplase en mรญ lo que me has dicho". Y el รกngel se retirรณ de su presencia.
O bien:
Lc 1, 39-48
En aquellos dรญas, Marรญa se encaminรณ presurosa a un pueblo de las montaรฑas de Judea, y entrando en la casa de Zacarรญas, saludรณ a Isabel. En cuanto รฉsta oyรณ el saludo de Marรญa, la creatura saltรณ en su seno.
Entonces Isabel quedรณ llena del Espรญritu Santo, y levantando la voz, exclamรณ: "¡Bendita tรบ entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quiรฉn soy yo, para que la Madre de mi Seรฑor venga a verme? Apenas llegรณ tu saludo a mis oรญdos, el niรฑo saltรณ de gozo en mi seno. Dichosa tรบ, que has creรญdo, porque se cumplirรก cuanto te fue anunciado de parte del Seรฑor".
Entonces dijo Marรญa: "Mi alma glorifica al Seรฑor y mi espรญritu se llena de jรบbilo en Dios, mi Salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava".
Palabra Del Seรฑor,
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